Meditaciones Oración Joven Martes: Icono Cristo y su Amigo

03.02.2018 20:07

Meditación 1:

Se trata de un icono copto del siglo VII, procedente de un monasterio egipcio y que actualmente se encuentra en el museo del Louvre en París. Representa a Cristo junto al abad de dicho monasterio, san Menas. El icono refleja la relación de amistad entre Jesús y el abad, que, en definitiva, es la relación de Jesús con cada uno de nosotros.
Jesús es el acompañante de cada ser humano. El Resucitado permanece junto a ti, sean cuáles sean tus circunstancias, siempre.

 

Meditación 2:

Seguimos contemplando el icono de Cristo y su amigo, y nos detendremos en un aspecto: la postura de las figuras.
Ambos personajes, Cristo y su amigo, miran al frente, hacia lo que está por venir. A veces, no sabemos por donde continuar nuestro camino, hacia donde dar el siguiente paso, qué quiere Dios de nosotros.

Jesús, suavemente, en el silencio, nos invita a mirar nuestra realidad de frente, cara a cara, y a buscar con Él la voluntad de Dios para nuestras vidas. Él no fuerza a seguir un camino, Él acompaña. A veces, Jesús se hace presente, de una manera muy real y concreta, a través de otros, que nos escuchan o aconsejan.

Te invitamos a que busques qué espera Dios de ti, y cómo Jesús te acompaña y anima en ese camino.

 

Meditación 3:

Seguimos contemplando el icono de Cristo y su amigo, y esta semana nos vamos a detener en las miradas.

El artista quiso pintar a los dos personajes mirándose entre sí y, a la vez, mirando al frente. Los grandes ojos, profundamente abiertos, nos hablan de que Jesús y su discípulo están despiertos, pendientes de la realidad que les rodea. Es una invitación a estar en vela, a contemplar la acción del Señor en nuestras vidas, su voz en los acontecimientos que se presentan ante nuestros ojos.

Pero frente a todas estas cosas, el amigo de Jesús no pierde de vista a su Maestro. El amigo de Jesús, desde la oración y la contemplación del rostro de Cristo, actúa.

Hoy te invitamos a contemplar y disfrutar este Rostro que siempre te acompaña, y a preguntarte bajo su mirada por una cosa qué podrías mejorar emn la vida de quien te rodea.

 

Meditación 4:

Hoy seguimos contemplando el icono de Cristo y su amigo, deteniéndonos en la relación entre los dos personajes.

Es Jesús quien pasa el brazo por el hombro de su amigo, y no al revés. Jesús sigue acompañándonos a cada uno, a través de su Iglesia, que consuela, escucha y orienta. Todos estamos llamados a buscar a alguien que nos acompañe en el nombre de Jesús.

Jesús es nuestro pastor, pero Dios también nos encarga a cada uno la tarea de acompañar a quienes nos son confiados. Todos estamos llamados a ser, como Jesús, pastores de otros.

Hoy te invitamos a que pidas a Jesús un regalo: encontrar a alguien que te acompañe y te ayude a caminar hacia la alegría del Resucitado.