Fecha: 30.08.2015

Autor: Samuel

Asunto: Encuentro Europeo de Jóvenes

Estos 4 días en Ávila han sido una experiencia increíble para mi. He estado rodeado de gente maravillosa; algunas ya conocidas, y otras por conocer aún.

Hubo algún momento en el que me parecía extraño lo que hacía; por ejemplo, los conciertos nocturnos, al enterarme de que eran de música católica no me llamó mucho la atención. Sin embargo, al cabo de un tiempo, me di cuenta de que toda la gente que me rodeaba cantaban conmigo al unísono una misma canción, unidas por lo mismo: Dios.
No sólo en los conciertos, sino cada rato que veía a algún voluntario, o a otra persona de una diócesis distinta a la mía, una simple sonrisa te alegraba el día y veía a Dios en ellas.

El tercer día por la tarde tuvimos la mesa redonda con Santi Rodríguez y el padre Damián. Salí de esa sala contento de que gente famosa como era Santi tuvieran una fe tan fuerte, y la tuviera en cuenta en todo, desde su vida familiar hasta su vida laboral.

La vigilia de la última noche quedó para mí marcada por la homilía del obispo Xavier. Nunca había oído algo igual. Pese al sueño que todos teníamos en ese momento, pienso que nos hizo despertar y abrir los ojos, nunca mejor dicho, con esas palabras tan bien dirigidas a nosotros, los jóvenes.

Gracias a este encuentro me he vuelto a encontrar a Dios, y he visto lo grande que es, todo lo que mueve, y todo lo que feliz que puede llegar a hacer a una persona. Hay que confiar en Él y, sobre todo, ¡No tener miedo!

Nuevo comentario